TRIBUNALES: IMPECABLE ACTUACIÓN DEL JUEZ INSTRUCTOR (publicado en www.elplural.com)

por | 26 octubre 2007

elplural.comEl magistrado Eduardo Gómez López, titular del Juzgado de Sant Boi de Llobregat (Barcelona), ha decidido dejar en libertad sin fianza a Sergi Xavier Martín Martínez, a quién todos conocemos por haber sido el protagonista principal en el vídeo en el que insulta y agrede físicamente en el metro de Barcelona a una joven, menor de edad, de nacionalidad ecuatoriana. Parece evidente de que se trata de una agresión racista, que el propio juez considera «deleznable y repugnante», pero a la hora de tomar su decisión ha tenido en cuenta en especial cuatro circunstancias:

-1ª) Que tras haber sido examinada la menor por el médico forense, no se aprecia que sufra una lesión psicológica.

-2ª) Que los hechos, por muy censurables que sean, no revisten la gravedad suficiente como para ordenar su encarcelamiento, dado que se trata de un hecho aislado y que la pena a imponer por el delito contra la integridad moral, tipificado en el art. 173 del Código Penal, oscila entre los 6 meses y 2 años de prisión.

-3ª) Que no se constata un riesgo de fuga, sin que la circunstancia de que esté en el paro deba suponer «una mayor probabilidad de huida».

-4ª) Que por ello no concurren los requisitos necesarios para acordar la prisión provisional, y por ello es necesario el previo enjuiciamiento de los hechos, para que una vez se dicte sentencia se proceda al cumplimiento de la misma.

No obstante, acuerda una serie de medidas cautelares necesarias para controlar la situación del acusado, prohibiendo que viaje en el metro y estableciendo una orden de alejamiento respecto a la víctima; y de no respetarse estas medidas, muy posiblemente el juez tendría motivos reales para acordar su detención.

Al margen de la condena social que la agresión pueda motivar, en un estado de derecho debe prevalecer la correcta aplicación de las normas legales que nos hemos impuesto, y un juez no puede ni debe tomar sus decisiones en base a la mayor o menor presión social y mediática que se produzca. A diario se producen en España hechos de similar o mayor gravedad, que por no tener difusión, pasan desapercibidos ante la sociedad.

Soy el primero en condenar unos hechos como los sucedidos; pero, a pesar de que la sociedad pueda no entenderlo así, hoy es un buen día para el estado de derecho, ante la impecable actuación del juez instructor. Y pienso que el Ministro del Interior, Sr. Rubalcaba, coincide con esta apreciación, cuando ha afirmado que las detenciones sólo las puede decidir un juez ya que «el estado de derecho tiene unas reglas«, que indudablemente deben de ser aplicadas y respetadas.

No podemos podemos decir lo mismo de la actuación confusa y errática del fiscal, que inicialmente está ausente en la declaración del denunciado, posteriormente se empecina en interesar su detención y prisión empujado por la presión social y mediática, y ahora anuncia un posible recurso frente a su puesta en libertad, a sabiendas de que nunca va a prosperar.

Y es igualmente criticable el tratamiento informativo dado a lo sucedido al haberse sobredimensionado la noticia; y a ello han contribuido de manera especial los seudoperiodistas que tanto proliferan en este país, hasta el punto de que el acoso mediático lo sufren en estos momentos la víctima, el testigo presencial y el agresor; y están convirtiendo a este último en un personaje público -al estilo «gran hermano»- que será tanto más famoso cuanto más agresivo, chulo e insultante sea su comportamiento. Tengo el pleno convencimiento de que, salvo que ponga un precio inalcanzable a sus declaraciones, en no más de 48 horas lo veremos en un programa de «entretenimiento» vendiendo su vida; quienes le convierten en «héroe» están fomentando a sabiendas las actitudes racistas. Y muchos de los que ahora se escandalizan del correcto comportamiento de un juez, se sentirán ante el televisor para escuchar las hazañas de un racista despreciable.

(publicado aquí en www.elplural.com)

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